Este tratamiento permite tratar las manchas solares, acné, las secuelas del acné y las pequeñas arrugas.
El cloro de las piscinas, el exceso de sol, la sequedad ambiental… Tras el verano, la piel, el órgano más extenso de nuestro cuerpo, suele encarar el otoño con buen color, pero en la mayoría de los casos con falta de hidratación, alguna que otra mancha y un empeoramiento del ACNÉ en el caso de las pieles grasas. Para combatir lo que los expertos denominan el efecto rebote estival, uno de los tratamientos más efectivos y demandados es el denominado PEELING FACIAL.



¿En qué consiste?
El NATURAL PEELING es un tratamiento para combatir diferentes problemas que pueda tener la piel, desde acné, rosácea, cuperosis, manchas en la piel, arrugas , flacidez. Consiste en la eliminación de distintas capas de la epidermis mediante la aplicación de algas y estratos botánicos que producen una renovación de la piel siendo sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos acné, manchas, reducción de las marcas arrugas y flacidez. Así la piel nueva, nace con mejor textura, renovada, aumentando el colágeno y la elastina que genera el propio cuerpo.
A quién va dirigido?
El peeling está especialmente indicado en casos de:
- Fotoenvejecimiento: se busca una piel más lisa, con disminución de arrugas y líneas de expresión, rejuvenecimiento de la piel y aumento de la renovación celular.
- Acné o cicatrices: se consigue una piel más tersa y suave, al minimizar y desbloquear los poros, y reducir cicatrices y manchas.
- Eliminación de manchas: se logra una piel más luminosa y se unifica el tono cutáneo.
Precauciones
Antes de realizarse el procedimiento, el paciente deberá firmar un consentimiento informado en el que se aclara en qué consiste la técnica, cómo se realiza y se informa de la posibilidad de que aparezcan efectos secundarios no deseados como dolor, infecciones, erupciones o hiper/hipopigmentación de la zona tratada.
Para poder someterse a esta técnica, se recomienda no haber tomado el sol ni rayos UVA artificiales en el mes anterior, ni haberse realizado limpiezas faciales ni tratamientos exfoliantes en las dos semanas anteriores.
El procedimiento se lleva a cabo previamente una limpieza profunda de la piel
Durante el tratamiento, que suele durar una media hora, el paciente notará una sensación de picor o quemazón y enrojecimiento. Transcurridos unos minutos, esa sensación de escozor irá desapareciendo a la vez que se aplica una mascarilla Reequilibrante y posteriormente se le aplicará un gel con perflurocarbono de calín que hace que el tratamiento mejore los resultados y finalmente se aplicará un protector solar para que al salir al exterior el rostro quede protegido de las radiaciones solares ya que tendremos la piel mucho más sensible.
Recuperación y resultados
Tras el tratamiento, es muy importante seguir las recomendaciones del especialista, que normalmente incluyen mantener la piel limpia, oxígenada con una crema reparadora, cicatrizante y calmante, y no salir de casa sin haber aplicado antes protección solar (al menos de índice 30) para evitar hiperpigmentaciones.
Lo que hay que evitar en todo momento es la exposición solar directa y beber al menos dos litros de agua durante el transcurso del día, después del tratamiento para ir eliminando toxinas .
Durante los primeros días tras el tratamiento, la piel estará enrojecida, pero poco a poco irá escamándose (a veces de forma imperceptible), dejando paso a una piel nueva, aún con rojeces que irán desapareciendo, pero más suave e hidratada y sin las marcas del daño causado previamente.
La piel pasará a estar libre de manchas y marcas, con una secreción correcta de grasa, más hidratada y con mayor luminosidad. Los efectos del peeling facial son bastante duraderos, aunque se recomiendan sesiones de recuerdo, especialmente si el objetivo ha sido reducir las arrugas.